¿Ya se hicieron una prueba de ADN para encontrar sus diferentes orígenes

y ahora se preguntan si es necesario

hacer una investigación genealógica clásica?

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Caso N°1: Si se encuentra en un caso de adopción y/o abandono anónimo o desconoce la identidad de su padre.

Hacer una prueba de ADN es la forma privilegiada para resolver los misterios en su filiación.

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Pero , ¡ojo! Hacerse una prueba de ADN con fines genealógicos es ilegal en algunos países como Francia. En otras partes, en el mundo entero (Estados Unidos, Cánada pero también en varios países de Europa (Suiza, Dinamarca, Reino Unido, España…) las pruebas de ADN se hacen cada vez más populares.

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Caso N°2: Para los demás... Hacer una prueba de ADN es una pista complementaria para las investigaciones genealógicas clásicas. No siempre les dará fechas y nombres concretos, pero les aportará precisiones sobre les regiones del mundo. Encontrarán correspondencias de ADN con primos lejanos o sabrán más sobre sus líneas paternas y maternas ancestrales.

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Para encontrar antepasados comunes con los primos con los cuales comparten segmentos de ADN, tendrán que hacer la conexión a través de una investigación genealógica clásica.

¡Hacer ambas cosas es una ventaja considerable!

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No estoy especializada en la genealogía genética, pero puedo recomendarles el trabajo de especialistas estadounidenses, canadienses o brasileños que sabrán guiarles e interpretar sus resultados si deciden aventarse a esta aventura. Pueden encontrar sus perfiles y sus contactos en la rúbrica Enlaces.